A más de tres mil metros de altura, Minera Los Pelambres dio un paso histórico con la instalación de su primera cámara audiométrica. Se trata de una innovación que refuerza la vigilancia de la salud auditiva de los trabajadores y marca un antes y un después en la prevención ocupacional.
Marcela Rodríguez, superintendenta de Gestión de Salud Ocupacional, destacó la relevancia de esta implementación. “Estamos marcando un hito para nosotros en MLP porque lo que estamos haciendo es trasladando la salud ocupacional al área alta de nuestra faena, específicamente a la mina con la primera cámara audiométrica”, aseguró.
La ejecutiva añadió que este examen, practicado a través de esta cámara silente, “está dirigido para desarrollar toda la vigilancia médica ocupacional, es decir, todas aquellas personas que por exposición a ruido requieran una audiometría”.
El principal beneficio de este equipamiento es que se contará con controles más completos y diagnósticos precisos. Carlos Vallejos, enfermero de la Mutual de Seguridad en el policlínico del área mina, lo resumió así: “Nos permite hacer los exámenes ocupacionales y medir la capacidad auditiva de los trabajadores, tanto para exámenes ocupacionales como para hacerle seguimiento a aquellos trabajadores que puedan estar en proceso de alguna hipoacusia”.
Si bien, antes de esta incorporación ya se realizaban audiometrías en terreno, ahora “como tenemos la cámara nos permite aislar como corresponde el sonido”, explicó Vallejos.
Con esta nueva infraestructura, la compañía refuerza su compromiso con la salud de las personas, asegurando diagnósticos más certeros y una vigilancia médica más cercana.
“Tengo una pareja y él siempre ha trabajado el sistema de turno y cuando empecé a trabajar, los dos trabajábamos en sistemas de turno. Entonces empezó a tener la corresponsabilidad del trabajo con nuestras hijas y a empezar a hacer las tareas de la casa. En el fondo, él se siente mejor papá. Él dice ahora: ‘yo empecé a ser papá y admiro tu tarea’”, cuenta Ángela Moreno, operadora de caex y aljibe en Minera Los Pelambres, tras participar en un taller de conciliación laboral y familiar organizado por la compañía.
Estas jornadas han sido organizadas por la compañía en el marco de su proceso de certificación voluntaria en la Norma Chilena 3262, centrada en igualdad de género y conciliación de la vida laboral, familiar y personal.
Desde mayo, más de 460 trabajadores han sido parte de estas actividades, que buscan abrir espacios de diálogo y promover un cambio cultural dentro de la compañía.
José Manque, operador mina, valora especialmente el enfoque familiar de estos encuentros. “Pasamos medio año en el cerro, entonces es una instancia que nos va a permitir estar más presentes en nuestras casas y en la crianza cooperativa de nuestros hijos y en las familias, estar ahí integrando, no siempre en la minera”, comenta.
Similar sensación comparte Carolina Rojas, también operadora de caex y aljibe, para quien ha sido una experiencia transformadora. “Es una instancia muy gratificante para nosotros como operadores para dar inquietudes, sanar algunos comentarios que a lo mejor hemos tenido como compañeros. Se da una gran instancia también para conocernos las opiniones de cada uno, porque igual son diversas, cada uno tiene su propia opinión de lo que está viviendo en minería, de lo que vive en familia”, señala.
Para la trabajadora lo más valioso es que se trata de un esfuerzo voluntario de la compañía. “Es maravilloso, porque no es algo obligatorio para la minera, y sabiendo que ellos quieren ser parte de esto, a nosotros nos da una tranquilidad porque también podemos subsanar cosas familiares y juntarlas con el tema del trabajo”.
En los talleres se abordan temas como equidad de género, prevención de la violencia, corresponsabilidad y diversidad, y cuentan con la participación activa de líderes como Valentina Godoy, Generalista de Personas y Líder de la Norma Chilena 3262 en MLP, quien explica que “para Minera Los Pelambres, avanzar hacia su certificación refleja un compromiso real con las personas y con una cultura más equitativa y sostenible, en donde buscamos asegurar oportunidades para que mujeres y hombres puedan desarrollarse profesionalmente, sin renunciar a su vida privada”.
La reciente conmemoración del Día del Minero fue el marco inicial para el Ampliado de Seguridad y Salud Ocupacional, jornada que reunió a más de 500 personas conectadas para reforzar el compromiso con la seguridad, la salud y el trabajo bien hecho.
En su primera intervención como Gerente de Seguridad y Salud Ocupacional, Juan Luis Palacios invitó a evaluar cómo se está ejerciendo el liderazgo en terreno. “El día que nuestro liderazgo en terreno se debilite, los controles se van a hacer frágiles y podemos estar lamentando una fatalidad”, advirtió.
“La invitación es a mirar sus agendas, a ver cuánto tiempo le están asignando al trabajo en terreno -no sólo a la seguridad-, sino también a los temas de salud, a los temas ambientales y a los estándares de operación”, señaló el nuevo ejecutivo.
Milton Reyes, superintendente de Riesgos de Seguridad, tras presentar los resultados de seguridad y salud ocupacional, afirmó que “no debemos bajar la guardia. Eso es fundamental para el resultado final”. Destacó además que las lesiones con tiempo perdido “están asociadas a los temas de manos, pies y ciertos comportamientos que tenemos cuando realizamos nuestra tarea”.
En la sección reconocidos, se destacó a dos trabajadores: Esteban Yévenes, de Geológica, y Carlos Lizcano, supervisor de la empresa Vívelo, por usar la herramienta “Yo digo No” para detener tareas ante condiciones inseguras.
Además, se otorgó un reconocimiento especial a Joana Astorga, supervisora de Planificación y Control de la empresa JEJ, por su liderar la unión paritaria de Chacay desde 2018.
Al cierre del encuentro, Andrés Córdova, Gerente General de Producción, saludó a los reconocidos, destacando el ejemplo de Carlos Lizcano, quien detuvo una faena por inseguridad.
El alto ejecutivo comentó esta acción, señalando que demuestra que “la presión por hacer la pega a veces nos juega una mala pasada. Como decía mi abuelita y mi mamá también, más vale perder un minuto en la vida, que la vida en un minuto. Y eso es muy cierto. A veces hay que pararse un ratito, mirar bien y si no están las condiciones paramos y lo hacemos mejor”.
Por eso llamó a reforzar la prevención y “dar la confianza a nuestros trabajadores para que levanten la mano y digan ‘Yo digo No’” cuando las condiciones no sean seguras”.
Con un fuerte llamado a la disciplina y a retomar los fundamentos de la gestión preventiva, Antofagasta Minerals realizó una nueva Alerta en Seguridad y Salud corporativa, transmitida desde Centinela y con participación de trabajadores y ejecutivos de todas sus operaciones. La jornada estuvo marcada por la reflexión sobre incidentes de alto potencial y la necesidad de transformar cada experiencia en aprendizaje.
“El anhelo más importante que la industria tiene y que nosotros como grupo tenemos es consolidar una gestión en la cual no tengamos nunca un accidente fatal”, afirmó Octavio Araneda, Chief Operating Officer, quien anunció que el foco estará en la revisión de los cuasi accidentes. “No queremos aprender de los accidentes graves, queremos aprender de los cuasi para no llegar a eventos mayores”, recalcó.
En la misma línea, Alejandra Vial, Vicepresidenta de Sustentabilidad, destacó el rol clave de los líderes: “Tenemos que salir a terreno, tenemos que mirar loque se hace. Es necesario observar directamente el desarrollo de las tareas”.
Desde Minera Los Pelambres, Juan Luis Palacios valoró la instancia porque “permite vernos a todos en Antofagasta Minerals unidos en torno a la seguridad y su importancia. También es muy valioso el mensaje de reconocer que como personas hay momentos en que decaímos en nuestra atención, lo cual nos llama a ser conscientes y mantener la alerta”.
Gerald Bayer es ingeniero comercial y campeón nacional de paranatación. En 2024 ingresó a Antofagasta Minerals como Joven Profesional y, desde ese entonces, se desempeña en Minera Los Pelambres como Ingeniero en Control de Gestión y Negocios.
A sus 25 años, hoy trabaja desde el corporativo, lugar que le permite conciliar su desarrollo profesional con la rehabilitación física y la práctica deportiva de alto rendimiento.
“Hace un año y medio tuve un accidente que me dejó en silla de ruedas. Cuando uno está en la clínica y te dicen que no vas a volver a caminar, tu principal miedo es: ¿cómo me voy a hacer cargo de mí, de mi familia? ¿voy a poder trabajar?, ¿voy a poder manejar?”, recuerda el trabajador.
Sin embargo, lejos de rendirse, Gerald buscó opciones para seguir construyendo su futuro. “Uno tiene que jugar las cartas que la vida te da. Me puse a buscar trabajo, adapté mi auto y me salió esta oportunidad. Postulé y me vine a Santiago directamente desde Viña del Mar”, relata.
Su llegada al grupo y a la compañía no sólo significó una oportunidad laboral, sino también una muestra concreta de inclusión en el sector minero. “Desde el primer día me sentí integrado. Le expliqué mi situación a mi jefe, los generalistas sabían todo y desde el primer día me dijeron cuáles eran las cosas esenciales que no podía dejar de hacer por el trabajo y una de esas era la terapia física. Desde entonces, los viernes trabajo desde casa para asistir a mis sesiones de rehabilitación. Esa flexibilidad ha sido fundamental”, recalca.
“Desde el día uno, mis colegas me dieron todo el apoyo y todas las facilidades. Se acercaron a mí y no tuvieron vergüenza. Encuentro que es valioso también que pregunten porque las personas a veces tienen miedo de preguntar por herir los sentimientos de una persona con discapacidad”, destaca.
Para Gerald, el proceso de conciliación entre su vida personal, su rehabilitación y el trabajo ha sido posible gracias a una cultura organizacional que, señala, promueve la cercanía y la empatía. “Lo que más destaco de Pelambres es que no sentí barreras jerárquicas. Hay comunicación abierta y eso se valora muchísimo”.
Además de su trabajo en Los Pelambres, Gerald mantiene una vida activa fuera de la oficina. Desde pequeño destacó en el deporte, situación que lo coronó campeón nacional en paranatación con récord nacional.
“Soy muy deportista desde chico. Natación hice toda mi vida, entrenaba en las mañanas y en las tardes y entremedio iba al colegio. Siempre tuve el alto rendimiento, que me lo inculcó mi mamá, junto con enseñarme que la disciplina y ser constante desde chico es muy valioso para el futuro”, comenta Gerald, añadiendo que “antes de accidentarme corrí una maratón de 42 km. También me convertí en profesor de surf, natación en mar abierto y ahora estoy buscando nuevas oportunidades con otros deportes”.
Dentro de sus otras actividades, Gerald también ha retomado otra de sus pasiones: la música. Hace poco volvió a tocar guitarra y cantar, siendo invitado por su profesor de música a abrir su concierto.
Sobre sus anhelos para Pelambres y la minería en general, responde con claridad y convicción: “Sueño con un Pelambres del futuro abierto a la diversidad, con más personas aportando miradas nuevas y con metas que no sólo se cumplan, sino que se superen. Así como yo también quiero seguir superándome”, concluye.
